El verano parece tener cierto sabor a ron y a otros cócteles con origen en los mares del Caribe pero, ¿qué ocurre al llegar el otoño? ¿El fresco y los anocheceres más tempranos son incompatibles con el  sabor dulce de una piña colada o con un sofisticado Daikiri?

Por supuesto que no, la verdad es que en otoño también puede ser todo un placer saborear un cóctel mientras se ve caer la tarde sobre la ciudad, con ese color único y especial que tiene el sol en los atardeceres otoñales.

Una copa cerca del mar

Y si tienes la suerte de vivir cerca del mar no dudes en ver un anochecer desde una terraza cercana a la playa aunque tengas que hacerlo con una chaqueta puesta. Hoy son muchas las terrazas que cuentan incluso con una agradable calefacción exterior para que puedas disfrutar del color del mar durante la llegada de la noche saboreando alguno de tus cócteles de cabecera.

Podrás rememorar el verano que ha pasado si eres de los que gustan de atardeceres con cierta melancolía, siempre con un aire positivo. Hay que recordar lo bueno que ha pasado sin tristeza, porque se sabe que volverá nada más acabe el invierno y que, además, el invierno en sí mismo tiene mucho bueno por vivir.

Cócteles de cara a Halloween

Pero si la melancolía no es lo tuyo y eres de esas personas que viven mirando siempre hacia adelante, tal vez ya tengas puesta la vista en Halloween y en las divertidas fiestas que harás con tus amigos con la excusa de la fiesta de los muertos.

¿Por qué no una fiesta en la que el sabor de los cócteles de la bienvenida al mundo de los espíritus a todos aquellos que llegan a tu casa para celebrar lo que en España se conoce como víspera de Todos los Santos?

Como ves, son muchas las excusas que el otoño nos pone para seguir disfrutando del sabor de un buen cóctel, porque digan lo que digan sobre estas bebidas, no son y no han sido nunca exclusivas del verano. Y es que las cosas buenas, que dan satisfacción y que se agradece disfrutar con los amigos no tienen por qué tener estación, como tampoco la tiene la cerveza o la buena conversación con aquellos que firman tu círculo cercano y con los que te encanta dejar pasar las horas.