Sinceramente pienso que los ayuntamientos en vez de ir a favor de las personas de las que son los habitantes de su pueblo van completamente en contra, digo esto porque parece que en las aceras ponen aposta luces envueltas en un armatoste de aluminio para que cuando llegues aparcar puedas arañar tu coche, o unas bolas grandes que lo que hacen es fastidiarte el cárter, el motor y todo lo que pille por delante. Luego es muy fácil echar la culpa a la conductora decir que ella es la que ha tenido la culpa y casi poner en entredicho tu manera de conducir. Pero no voy más allá que no contentos con todo esto cuando hacen los parking parece que ponen los pilares adrede para que cuando estés aparcando le pegues un golpe al coche que deje el culo o le morro todo abollado. Seguro que ya os hacéis una idea de lo que me pasó además todo el mismo día, claro ya me planteo que la que no se conducir soy yo porque ya es mala surte hacer el coche polvo en un solo día, quien me conoce dice que lo he hecho aposta para comprarme uno nuevo pero no es verdad.
Salí una mañana de compras, y la verdad que para ir al centro no empiezas a buscar aparcamiento porque es imposible encontrarlo así que me fui derechita al parking donde sabía que por lo menos una plaza había para mí. Al entrar no vi el pilar que tenía detrás y le di un buen golpe, el disgusto ni os lo cuento porque a quien le haya pasado ya se hace una idea. Nada me fui hacer las compras porque nada podía hacer de momento además en fin de semana no iba a encontrar al mecánico para un golpe. Cuando regresé aún me quedaban algunas compras en las que debía utilizar el coche, y cuando estaba aparcando en la acera le di a la parte de abajo del coche un buen golpe con la bola que es cuando de verdad me di cuenta que ahora le había hecho mucho daño, estaba en los cierto la grúa tuvo que ir a recogerlo. La llamada del mecánico no fue un buen preludio el coche estaba averiado y no merecía la pena arreglarlo, por lo que me aconsejó un sitio de venta coche averiado en el que lo pude vender, seguro que la próxima vez al aparcar tengo más cuidado.